En Pentecostés, María acoge, junto a los apóstoles, al Espíritu Santo. Inmersa en la oración, Ella participa así en el nacimiento de la Iglesia. Sigamos a María como modelo en nuestro camino con Jesús y mantengámonos siempre abiertos, al igual que Ella, a acoger la voluntad y el Espíritu de Dios. |