En Adviento, la Virgen María representa esperanza.
La primera venida del Señor se realizó gracias a Ella. Y, por ello, todas las generaciones le llamamos Bienaventurada. Cada año preparamos una nueva venida del Señor y los ojos de la Iglesia se vuelven a ella, para aprender, con estremecimiento y humildad agradecida, cómo se espera y cómo se prepara la venida del Emmanuel: del Dios con nosotros.
La Virgen Inmaculada fue y sigue siendo el personaje de los personajes del Adviento: de la venida del Señor. Por eso, cada día, durante el Adviento, se evoca, se agradece, se canta, se glorifica y enaltece a aquella que fue la que accedió libremente a ser la madre de nuestro Salvador "el Mesías, el Señor". |