Con la túnica morada,
la corona en la cabeza,
una soga en la cintura,
transportas la cruz a cuestas.
El dolor, ¡tanto dolor!
resquebraja hasta las piedras
que, silenciosas, contemplan
tu mar inmenso de pena.
Dame sentimiento humano
para contigo llorar.
Que tu imagen dolorosa
me ayude a no pecar.
Juan José Crespo Losilla T.C. (1996)