Nuestra Madre, la Virgen del Dolor vestida de luto en recuerdo de nuestros hermanos difuntos. La belleza del rostro de la Virgen resalta aún más con la sobriedad de su atuendo durante este mes de noviembre. Nuestra Madre nos recuerda, así vestida, nuestro deber como católicos de orar y tener siempre presentes a nuestros hermanos y familiares que disfrutan de la gloria de estar con el Padre Eterno. |