La Cofradía ha profesado un gran amor a María Santísima desde su fundación como Madre del Redentor. Cada mes de noviembre, la Virgen del Dolor viste de luto en recuerdo de nuestros hermanos difuntos. Sus ropajes se tornan del negro tradicional o del morado (en otras cofradías o hermandades) emanado de la renovación litúrgica del Concilio Vaticano II. La belleza del rostro de nuestra Madre Dolorosa resalta aún más con la sobriedad de su atuendo durante este mes.
Madre llena de dolor,
haced que cuando expiremos
nuestras almas entrequemos
en las manos del Señor. |